ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA PAPIROFLEXIA

Cuando en el año 105 d. C. el abastecedor de palacio del emperador chino, T'Sai Lau, ideó mezclar cortezas de árbol, de cáñamo, paños y redes de pescar para sustituir las pesadas cañas de bambú, estaba muy lejos de pensar en la posterior utilización que la humanidad le daría a su invento del papel. El imperio chino, mantuvo secreto durante siglos las técnicas de elaboración del papel, que exportaba a muy altos precios, hasta que se desveló su secreto.

 Es en el Japón en donde la papiroflexia, que ellos denominan Origami, se convierte en una práctica común y se la considera como un patrimonio de la tradición de su país. En sus inicios, debido al alto coste del papel, su uso se reservó al plegado de carácter simbólico y ritual de las ceremonias de la religión sintoísta. También desde el siglo XII se constata la existencia en el rito matrimonial de dos mariposas, realizadas en papel plegado con la base de bomba de agua, que simboliza a los contrayentes. Son las mariposas O-CHO y ME-CHO, macho y hembra.

A semejanza que en el Japón, que las madres enseñaban  a hacer a sus hijos piezas sencillas como el gorro del samurai (kabuto), el muñeco, (Yakkosan) la muñeca (hina), el catamarán (nisobune), el barco (fune), etc. , la papiroflexia era practicada  fundamentalmente por los niños. Algunos pedagogos como Frobel, intuyeron las posibilidades de educar deleitando.    En España, en 1857, por decreto ley se hizo obligatorio el uso manual de la papiroflexia en la Enseñanza Primaria, aunque existen testimonios del siglo anterior de la práctica  del plegado de papel en la escuela. 

(Tomado del libro "El libro de las pajaritas de papel" de Alianza Editorial)